LA GALLINA QUE DETUVO A UNA CAMIONETA
Una vez, en las afueras de un pueblo, tres gallinas se salieron a la carretera. Ahí estaban picoteando, cacareando y escarbando muy tranquilas. En eso apareció una camioneta. Una de las gallinas huyó a la zanja del costado, y otra voló a la tapia del otro lado.
La tercera gallina no supo qué hacer. Primero fue hacia la tapia, y luego regresó y atravesó la carretera para esconderse en la zanja. Entonces el hombre de la camioneta tocó la bocina, la gallina se asustó y echó a correr de regreso a la tapia y luego volvió hacia la zanja, y otra vez a la tapia, siempre de un lado a otro.
El hombre volvió a tocar la bocina. La gallina, muerta de miedo, seguía corriendo por el centro de la carretera, siempre adelante, y la camioneta avanzando detrás, con el hombre toca y toca la bocina. La gallina no quería alejarse de su corral, así es que dio media vuelta y regresando se fue hacia la camioneta. Entonces se asustó tanto que ya no pudo correr, cayó, se echó, torció la cabeza y cerró los ojos. El chofer, para evitar atropellarla, frenó violentamente.
Entonces la gallina se levantó, sacudió su plumaje, y muy tranquila se fue a pasear al corral con las otras gallinas. Llevaba la cabeza muy alta, y dando grandes zancadas, decía:
-¡Cloc, cloc, clococó, cloc, clocló, cloclocló!
Lo que en lenguaje gallinil significaba:
-¡Mírenme! ¡Mírenme! ¡He hecho detenerse a esa camioneta! ¡Yo! ¡Yo solita!
ÚRSULA WOLF