MI PRIMERA GRADUACIÓN

Cuando yo llegué a la escuela

no sabía ni la O.

La S me parecía

un rabito de ratón.

Pero mi buena maestra

fue paciente y me enseñó.

Aprendí todas las letras

en la diaria lección.

A de árbol, B de boca,

C de campo, D de Dios,

E de escuela... ¡Cuántas letras

tuve que aprender, Señor!

Te lo debo a ti, maestra...

¡Dios te dé su bendición!

Ya sé leer y muy pronto

me graduaré de Doctor.

Carmen Natalia