LA PAMPA DE LOS TIGRES
Hace muchos años, cuatro hombres de la sierra habían llegado a una selva llamada Perené. En ese lugar adonde llegaron vivían dos campesinos que eran agricultores. Al llegar donde los campesinos, preguntaron dónde podrían encontrar un buen terreno para trabajar.
—Por ahí, no muy lejos, hay una pampa con pocos árboles—, les dijeron los dos campesinos, y uno de ellos agregó:
—Cierto día yo llegué a un lugar parecido, que era una bonita pampa y crecía muy bien todo lo que uno sembraba. En esa pampa había muchos animales salvajes.
Se quedaron muy pensativos los hombres de la sierra. Uno de ellos dijo:
—Sería bueno que usted nos lleve a conocer.
El campesino dijo: “Claro, cómo no. Vamos a llevar motosierra, y hacha para poder abrir el monte”.
Entonces fueron allá. Cargando todas sus armas y herramientas pasaron montes y montes. Desde que llegaron al lugar vieron que ahí había animales salvajes. Buscaron un sitio para descansar, porque se habían hecho tarde. Cuando estaban durmiendo al pie de una palmera, oyeron gritos de animales temerosos. Ellos se asustaron, porque se dieron cuenta de que había cerca un tigre, pero éste se asustó también y se fue lejos de ellos. Se quedaron alerta y, apenas amaneció, empezaron a trabajar para limpiar el terreno. Un día rozaron tres hectáreas. Y al día siguiente, igual.
Entonces, en primer lugar empezaron a sembrar. Uno de los hombres opinó:
—Sembremos plátano, piña y otras frutas más.
Entonces el campesino dijo:
—Claro, vamos a hacerlo.
Empezaron a sembrar. Pasó el tiempo y ya tenían sus casas y sus cultivos. Se dieron cuenta de que los esperaba todo un futuro de abundancia y felicidad. Y, a los hombres que comenzaron a llegar, ya les vendían terrenos, casas, chacras. Y así fueron aumentando los pobladores y se formó un caserío y el pueblo que ves ahora.
Entonces, un día los cuatro hombres convocaron a una asamblea para ponerle nombre al lugar, porque hasta entonces sólo la llamaban “la pampa”. Uno de los hombres recordó que cuando recién llegaron a vivir ahí había muchos tigres. Siempre estaban todos con miedo de que les comiera a una de sus criaturas, como ocurrió después en dos ocasiones a familias recién llegadas.
Entonces uno de los cuatro hombres dijo:
—Sería bueno que le pongamos el nombre de Pampa Tigre.
Todos estuvieron de acuerdo con él.
Por eso, hasta hoy nuestra comunidad se ha quedado con el nombre de Pampa Tigre.
Marilin Cusi Dávila (Alumna del 3er. Grado en la Institución de Edfucación Secundaria Rural a distancia, de Pampa Tigre, Junín)
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