EL CERRO SACHAVACA

En el camino que une la vía del Perené a Pampa Tigre se encuentra un cerro denominado Sachavaca. Se llama así porque antiguamente en esa zona abundaban las sachavacas. Había tantas, que eran un peligro para los viajeros que querían pasar por ahí. Las sachavacas podían atropellarlos corriendo en manada contra ellos y además podían morderlos por intrusos.

Las sachavacas son animales grandes, más grandes que un chancho, su cara es pequeña, pero su nariz se prolonga como una trompa gruesa, aunque no tan larga como la del elefante. Viven agrupados en manadas. Comen plantas, pero tienen una dentadura poderosa y son muy desconfiados y, al darse cuenta de un peligro, huyen todos juntos, produciendo gran ruido con sus pezuñas.

Los caminantes conocían el peligro a que se exponían al pasar por una zona habitada por estos animales. Por eso cuando pasaban por esos lugares lo hacían agrupados y armados con palos, machetes y lanzas.

Los colonos, que recién se habían instalado en Pampa Tigre, vivían de cultivar café, yuca, maíz, cacao, pituca, naranjas, plátano, papaya, bijao, cocona, maracuyá, entre otros productos de panllevar.

Cierta vez unos colonos, después de una faena de limpieza de trochas, caminaban presurosos por llegar temprano a sus casas, porque ya estaba anocheciendo. Para asombro de todos, de pronto se les apareció una sachavaca. Sorprendidos, por la oscuridad creyeron que se trataba de un toro bravo y entonces huyeron corriendo, pero grande fue su sorpresa al toparse de pronto con una colpa donde estaban reunidos muchos de esos animales.

Uno de los colonos, el más valiente, animó a sus compañeros para cazar una de las sachavacas, y fue con varios de ellos y les dieron muerte a dos de esos enormes animales, a punta de golpes con palos y machetes.

Al día siguiente, llamaron a todos los lugareños para que realicen un gran festín y cocinaron carne de sachavaca, de gallina, de pituca y yuca en una gran pachamanca, imitando la costumbre y la comida típicas de la sierra central.

Pasaron muchos años y poco a poco el exceso de caza furtiva de sachavacas, la destrucción de su habitat, la ampliación de las tierras de cultivo y el poblamiento de la zona hicieron desaparecer de la zona todas las sachavacas, así como muchas otras especies.

Hoy en día, de toda esa abundancia sólo queda en el recuerdo el lugar denominado Cerro de las Sachavacas, que ahora la gente llama simplemente Cerro Sachavaca.

Katipsa Ayala Cachique (Alumna del 1er. grado en la Institución de Educación Secundaria Rural a Distancia, de Pampa Tigre, Junín)

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